Las palabras de Milei no sorprenden para nada, pero hay que decir BASTA, porque no se soporta que una persona tan impresentable pueda gobernar un país tan enorme y tan rico en paisajes y recursos. Día a día, viaje tras viaje, deja a la Argentina por fuera de los consensos que pueden hacer, tal como a él y su séquito le gusta decir, grande a nuestro país.

Gobiernan y hablan desde el ODIO, desde el DESPRECIO, desde la APATÍA, no buscan hacer nada mejor que destruir, no solo el Estado, sino también la sociedad. Estamos ante una cuenta regresiva que, si la dirigencia política toda no le pone un alto, podemos enfrentarnos a un nuevo "2001" aún más sangriendo, aún más feroz, no sólo por el saqueo a nuestra Nación, sino porque están fomentando, mucho peor que lo hizo Macri, una grieta, que ya dejó de ser partidaria, ahora es moral y ética, donde de un lado demuestran ser, o lo pretenden, dueños de una única verdad, y desde el otro aún estamos tratando de gestar la unidad en la diversidad, mientras nos medimos a ver quién la tiene más grandes.

El discurso de Javier Milei mata, claramente lo hace, porque crea en sus seguidores una "falsa libertad", la única libertad que defienden es una idea global que están tratando de instalar a través de la extrema derecha, esa que durante mucho tiempo se trato de eliminar: la superioridad del hombre ante todo, el volver a decir "el hombre" en vez de "la humanidad". El patriacardo no es un invento, es algo que, incluso quiénes se sentían patriarcas, se reconocían así mismos como tales, así como también, en los tiempos de la Antigua Roma, o de Sodoma y Gomorra, los hombres tenían relaciones sexuales entre ellos por el único motivo de no embarazar a las mujeres, de que esas acciones construían un mejor vínculo entre varones.

Estamos ante un espacio político y un... presidente que niega, no solo su pasado o el del país, el de la humanidad, el que hemos vivido desde el comienzo de los tiempos. La libertad no es el concepto que Milei expresa. En realidad, las palabras que emitimos tienen significados que como individuos le damos, pero que no son la absoluta verdad y que, a su vez, existen miles de maneras de interpretar individual o colectivamente las palabras, oraciones, discursos, etcétera. Es esa diversidad de ideas a la que Milei le hace tanta contra, niega y quiere esconder o aniquilar.

No es gratuito, para nada, la violencia que ejerció a través de su discurso en Davos y del posteo realizado en X, amenazandonos a quiénes no nos representa la derecha. Por eso, es más que importante que, de una vez por todas, empecemos a organizarnos en comunidad, con otras agrupaciones políticas, eliminar los egos y las pretensiones personales. Tenemos un único enemigo, se llama Javier Milei y no sabe cómo ser presidente.

JUICIO POLÍTICO YA.


Compartilo en las redes:

Compartir en Instagram Compartir en Facebook Compartir en X