
Creo que todes nos comimos el sapo aquel 18 de mayo del 2019. Mientras yo cumplía 22 años, Cristina anunciaba que iba acompañar como vicepresidenta a Alberto Fernández, el candidato del, entonces aún no nombrado como tal, Frente de TODOS. Sí, lo militamos y lo defendimos, convencimos al Pueblo de votarlo y defendimos su gobierno, porque era eso o que gobierne el macrismo, la derecha y las políticas neoliberales que produjeron las políticas de la década de los 90, que cerraron ramales de ferrocarril, fábricas, vendió nuestro recursos y achicó el Estado, entregandoselo a capitales del exterior. Claramente, no queríamos volver a eso.
Sin el resultado de las elecciones en 2019, la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, el Cupo Laboral Trans, el DNI No Binario y todas las políticas públicas, decretos y leyes que se dieron hasta 2023 no hubieran sido posible, primero porque teníamos legisladores que posibilitaban la votación de los proyectos de ley, segundo porque había un gobierno que nos sostenía. Pero hubo promesas, tal vez más importantes para la mayoría del Pueblo Argentino, que no fueron cumplidas. Desde mi parte, aún sigo esperando que Alberto saque el FMI de la Argentina y libere a Milagro Sala, o que intervenga Vicentín, entre otras cosas.
De lo ocurrido actualmente, que tiene como protagonista y eje mediático a Alberto Fernández, me gustaría hablar de varias cosas.
Primero, me encantaría que la sociedad toda, pero sobre todo el arco político, le crea a todas las mujeres que sufren violencia de género como lo hicieron con Fabiola. “Cinismo intensifies”, podríamos decir irónicamente, cuando hay gran parte de la dirigencia política, sobre todo libertarios, radicales y de lo rancio del peronismo, que salieron a repudiar a Alberto, pero que dijeron “si estás en situación de violencia, llamá al 144”, cuando pedían a gritos el cierre del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, que Alberto creó. Sin ir más lejos, Adorni anunció hace poco la venta del edificio que perteneció al mismo. En el día del aniversario del natalicio de Micaela García, estaría bueno que en la construcción del Partido de “La Libertad Avanza” y que en la UCR, el PRO y en Principios y Valores, existan capacitaciones en Ley Micaela.
Segundo, no finjamos demencia, porque, sin negar que lo sucedido es repudiable, se está gestando una clara operación mediática, que no está apuntada solamente a Alberto, sino que quieren instalar el “no vuelven más” y nuestro ex presidente “les dió de comer”, así como pasó con Martín Insaurralde en medio de la campaña, el año pasado. La militancia sigue siendo víctima de dirigentes políticos que dejan mucho que desear, ya que cuando vas a hablar con los vecinos en los barrios o hablas con tus amigos o familiares, que son ajenos nuestra acción cotidiana, te dan señales de que ya no saben en quién creer, de que son todo lo mismo. Lo de Alberto, lo de Insaurralde, lo del diputado Améri (el que manoseó a una mujer mientras estaba sesionando) y tantos otros son los que producen en la población esa respuesta que tanto queremos debatir: “Son todos lo mismo, la política es una mierda”, cuando nosotres, utópicamente, buscamos responder que no es así, tratando llegar más alto de lo que estamos para demostrar una mejor forma de hacer política, para no “manchar la pelota”.
Mención especial a Luis D’Elia, uno de los rancios de la política, quién fue uno de los que manifestó que Alberto “tiene que encerrarse en su dormitorio, hacerle una carta pidiendo perdón a Fabiola, a sus hijos, a sus compañeros y al pueblo argentino y pegarse un tiro en la cabeza”. Creo que es horrible desearle la muerte a alguien, eso no solo demuestra lo más feo de la política, sino expone a la persona y su maldad. Incluso, advirtieron que Alberto se empezó a despedir de todas sus personas queridas, que se iba a suicidar y lo pudieron prevenir. Si estás leyendo esto, no estás solx. Busca ayuda, el suicidio nunca es la respuesta. Si sos de la Provincia de Buenos Aires, llamá al 0800-222-5462.
Por último, no es el feminismo el colectivo que debe considerarse víctima de este hecho, sabiendo el ataque que están recibiendo las compañeras en las redes, la lucha fue la que permite que hoy exista una Línea 144 y que se repudié sucesos como estos, gracias al #NiUnaMenos hoy estamos hablando, no sólo de qué es la violencia de género, sino creando opciones para erradicarla, que las mujeres tengan herramientas y que los varones hagamos razonamiento de esto, así como también crear espacios de reflexión para las masculinidades.
En conclusión, es totalmente repudiable todo lo que estamos viendo de Alberto Fernández, así como también se repudia la difusión de las imágenes y chats de Fabiola Yáñez sin su consentimiento, como también los vídeos que involucran innecesariamente a Tamara Pettinato, quién también es víctima de esta operación mediática. Así mismo, que lo sucedido con el ex presidente y el ex jefe de gabinete de la Provincia sea un llamado de atención a la dirigente política, sabiendo que el poder no debe dar privilegios ni hacer persona que somos impunes a todo.
Recordá que si estás viviendo una situación de violencia de género o conoces a alguien que esté pasando por esto, llamá al 144. En la Provincia, podes comunicarte mediante WhatsApp o Telegram al +54 9 11 221 508-5988. En Merlo, comunicate por WhatsApp al 11 3913-6073.