Pasaron dos años, todavia la justacia no existe para las 52 victimas del este realidad que vivimos dia a dia. Viajamos como ovejas en un rabaño, pero no tenemos ningun pastor que nos salve.

La madre de una de las victimas, es amiga mia, asi que es un sufrimiento que comparto, porque cuando se pierde un familiar, un hijo, un amigo, una persona, lo unico que puede sanar es nunca olvidar esa persona.

La solucion no esta en que el gobierno se haga cargo de una linea de tren, sino en que arreglen las vias, mejoren la seguridad de cada estacion y otras tantas cosas. Una sola cosa quiero decir: Justcias para las victimas de Once.