Jóvenes de diversas comunidades de la Diócesis de Merlo-Moreno que integramos grupos misiones nos encontramos en la novena Misión Diocesana, donde la comunidad de la Parroquia San José Obrero nos recibió con mucho cariño, en sus 25 años de vida.

Comenzamos el domingo 15 de julio y finalizamos el 22 de julio, donde estuvimos todos los días visitando casas y realizando actividades para niñeces, jóvenes y adultos, aprovechando el marco de las Vacaciones de Invierno, en la Capilla San Cayetano, donde nos recibieron e hicimos el inicio de la Misión. Durante los días siguientes, dedicamos cada jornada a una intención: nuestra Patria (lunes 16), el trabajo (martes 17), embarazadas (miércoles 18), niños (jueves 19), jóvenes (viernes 20), ancianos y enfermos (sábado 21) y difuntos (domingo 22). En cada día, realizamos juegos, canciones y otras acciones que aprendimos mediante el encuentro con otros misioneros. El viernes 20, la celebración incluyó la realización de un fogón con actuaciones, sketches y muchas más actividades.

El encuentro fue organizado por el Equipo Diocesano de Pastoral Misionera, los Grupos Misiones de la Diócesis y la Comunidad Parroquial San José Obrero.

Ante el encuentro, el administrador apóstolico de la Diócesis Merlo-Moreno, Monseñor Jorge Casaretto, mediante una carta a la comunidad diocesana habló al respecto de la IX Misión y dijo:

Nuestra diócesis ha cumplido quince años de vida y ya hace tiempo que se tomó la decisión de celebrar este acontecimiento intensificando nuestro espíritu misionero y concretándolo en misiones en los barrios bajo el lema “SOMOS TU PUEBLO SEÑOR Y CON MARÍA ANUNCIAMOS TU AMOR”. Con mucha alegría ya he podido constatar cómo se van realizando estas misiones.

El espíritu misionero tiene siempre un principio: la disponibilidad y el ofrecimiento de nuestra vida a Dios para que Él nos envíe. Por eso, una vez más debemos decirle al Señor “Aquí estoy, envíame” (Is 6,8) o como María le respondió al Ángel “Hágase en mí según tu Palabra” (Lc. 1,38).

Habrá quienes puedan colaborar directamente en la realización de estas misiones y ciertamente serán ellos particularmente bendecidos por el Señor por su disponibilidad y entrega. Pero todos, aunque no podamos trabajar activamente en las misiones concretas, podemos renovar nuestro espíritu misionero dando un mayor testimonio evangélico e iluminando la vida de nuestras familias, de nuestros ambientes de trabajo o estudio con palabras oportunas que manifiesten nuestra fe en Jesucristo como la verdadera fuente de felicidad y salvación.



Fuentes:
https://www.facebook.com/events/147385098732095/?post_id=147385452065393&view=permalink
https://www.facebook.com/photo/?fbid=338331319585040